Me parece muy llamativa la descripción que Anaximandro de Mileto realiza sobre su propia cosmología en cuanto a que plantea la formación del cosmos y del hombre, dejando de lado las representaciones míticas, a las que hasta hacía poco se recurrían para explicar los fenómenos.
Anaximandro, explica un procedimiento cuya base fundamental es el ápeiron (lo indeterminado/ lo infinito). En él se separa lo frío de lo caliente y lo frío/húmedo ocupa el centro en cuyo alrededor gira una gran masa de fuego. El calor evapora el agua y emerge la tierra seca. En el cielo, pues se forma una cortina de vapor, y hay unos orificios por el que se ve esa masa de fuego, en forma de estrellas.
A partir de aquí me sorprende el planteamiento de Anaximandro sobre la formación de los animales y del hombre. Éstos surgieron del agua o del barro, calentado por el sol, y del agua pasaron a la tierra. Así los hombres descienden de los peces.
En primer lugar esa necesidad de introducir el sol y el agua como elementos básicos de la creación de la vida, aún sigue vigente hoy en día, por lo que se busca ansiosamente en otros planetas extraterrestres, la correcta combinación de agua y radiación solar, propicia para crear algún tipo de forma de vida.
Habla, también, de una transformación del medio para la vida, desde el agua hasta la tierra. Por aquél entonces, no existían los medios necesarios que corroboren esa información, sin embargo, posteriormente y a medida que fueron apareciendo restos fósiles, y se fueron consolidando métodos de estudio más complejos hasta evolucionar a la actual tecnología, se sigue pensando lo mismo sobre aquella protoevolución biológica en la tierra.
No es pues, como pasar por alto, la labor filosófica de estos primeros pensadores, pues son los que nos dan la pista inicial, sobre la existencia actual de TODO.
Por otro lado postulaba la esfericidad de la Tierra y afirmaba que ésta se mantenía suspendida sin que nada la sostenga sino por un equilibrio en la distancia de sus partes. Mi propia interpretación, fuera del cotexto real en que se produjo este pensamiento, alude a una rudimentaria y poco trabajada teoría de la gravedad, desarrollada más de un milenio más tarde por Isaac Newton.