Es mi tierra. Rodeados por un templado y rico Mar Mediterráneo, testigo de mil y una historias. Por este mar han pasado fenicios, romanos y griegos entre otros. Han acontecido sucesos que sólo el mismo mar conoce y guarda en el más estricto secreto. Es un mar mágico y biodiverso que influye en el carácter mágico de la isla.
Mallorca tiene un paisaje muy diverso. La Sierra de Tramuntana es la cordillera que resguarda a la isla del viento que tiene este mismo nombre. La Sierra de Tramuntana es un tesoro recién declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, con una belleza y encanto especiales.
Aquí hablamos el mallorquín (variedad de la lengua catalana), y el castellano.
La historia se remonta más allá de 3.500 a.C época de la que proceden los primeros restos primitivos de los primeros pobladores de la isla. Pero se puede extender más lejanamente en el tiempo a los primeros quienes conocieron Mallorca en estado puro. Alrededor del siglo XV antes de Cristo aparece la cultura talaiótica que pervivió hasta la conquista romana en el siglo I a.C. A partir del siglo V de nuestra era, Vándalos, Bizantinos y musulmanes pasaron por la isla hasta que en 1229 Jaime I el Conquistador, desembarcó en Santa Ponça e hizo de Mallorca parte de su corona configurándose como reino en tiempos de Jaime II e incorporada a la corona de Aragón en el siglo XIV. Durante los siglos XIX y XX, Mallorca no fue ajena a todo lo que fue ocurriendo en España.
Su típico clima mediterráneo es especial. En verano hay temperaturas altas y clima seco, y en invierno son temperaturas moderadas aunque en alguna ocasión protestemos de frío “de este que se te cala en los huesos”, pero hay que culpar a la humedad que por ser isla se caracteriza en este entorno.
Lo que yo personalmente más destacaría de Mallorca es su gastronomía. El frito mallorquín no es santo de mi devoción (soy muy delicada y a mí estas cosas no me van), pero es un plato que gusta muchísimo a los que (sin ser maniosos) lo prueban. Es una fritura de hígado con patatas y pimientos. También puede hacerse con sangre de cordero o de cerdo, y también puede hacerse con frutos de mar (calamar, mejillones). Esta versión del frito mallorquín sí que me gusta. No, ¡¡me encanta!! El plato es una fritura en aceite de oliva de la carne con patatas, cebolla, tomate y pimienta roja. Suele condimentarse con sal, canela, clavo, guindilla, pimienta, ajo, hinojo y laurel. Parece que tiene un origen sefardí, ya que presenta similitudes con la cocida judeo-sefardí y árabe. Las sopas mallorquinas es otro típico plato riquísimo. A mí me gusta comerlo sobretodo en días de lluvia. Es un plato que no puede faltar en los planes de quien visite Mallorca. Se usa pan moreno cortado muy fino, los ingredientes restantes son muy variados y va en función de lo que ofrezca la temporada en la que estemos. Las verduras son importantes pero el toque de carne lo es más. Y lo indispensable para cocinar este plato (y todos los demás) es la GREIXONERA que son unas cazuelas de barro que dan un sabor especial a todo. El tumbet es otro plato que vendría a ser como el pisto o la sanfaina y lleva patatas, berenjena y pimiento rojo y se cubre con tomate frito, ajo y perejil y se mete al horno. (Las patatas han debido pasar por la freidora antes) suele acompañar al lomo o a la llampuga pero yo lo suelo comer como plato único. El lomo con col es otro plato que no puede quedar sin probarse. Resaltando mis platos favoritos son el pa amb oli que es pan payés con tomate de ramillete restregado (yo le restregó ajo, también) aceite de oliva y sal y embutidos, carnes y quesos al gusto. A mí me encanta con sobrasada que es un emutido propio de la región. Es un embutido crudo, curado elaborado con carnes del cerdo y con mucho condimento como la sal, el pimentón y la pimienta negra entre otros. El pa amb oli también me gusta con jamon serrano y con lomo. El otro plato que más me gusta es el trempó que es una ensalada hecha con tomate, cebolla y pimiento verde. (a mí me gusta ponerle garbanzos y arroz). Y por último, la coca de trempó es otro plato típico donde se usan los ingredientes de la ensalada que he explicado, se coloca sobre una masa y se hornea. Una amiga me enseñó otra receta donde en lugar del trempó se pone cebolla, sobrasada, queso mallorquin y miel. NO TIENE DESPERDICIO. En cuanto a repostería, el dulce por excelencia es la ENSAIMADA, hecha con masa azucarada elaborada con harina, agua, azúcar, huevos, masa madre y manteca de cerdo. Se suele rellenar con cabello de ángel, crema, chocolate, nata… y se suele tomar en el desayuno aunque cualquier momento es bueno para disfrutarla. Me podría estirar líneas y líneas hablando de gastronomía mallorquina, pero creo que esto es básico.
El carácter de los habitantes de Mallorca viene definida en parte por la geografía, donde la autosuficiencia, adaptarse a un espacio con fronteras claramente delimitadas por el mar. En parte también se dice, por eso, que los mallorquines somos muy cerrados. Y por eso los mallorquines solemos hablar de los que no son de la isla como forasteros. Sin entrar en temas de política, hay un acento de nacionalismo que marca el carácter no nato de los autóctonos.
Os coloco un enlace que he leído en la revista NAMASTE donde me parece muy interesante el punto de vista que ofrece sobre la isla. http://www.revistanamaste.com/un-hogar-en-mallorca/
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