miércoles, 22 de agosto de 2012

Malos humos rentables


Este establecimiento pone a su disposición mantas para aquellos que prefieran estar en la terraza. Esta frase se repite en muchos carteles de los bares afectados por la ley antitabaco. Este establecimiento está en contra de la ley antitabaco, pero no nos queda más remedio que aceptarla, lo sentimos mucho por aquellos que solían venir aquí a acompañar con un café o una caña su cigarrito. Este es otro cartel que he visto colgado en la puerta de otra cafetería que siempre estaba llena de consumidores y fumadores.

He aquí el debate más repetitivo que existe desde el 1 de enero de 2011. Desde entonces no se ha dejado de hablar de ello, ni se ha dejado de realizar encuestas y estudios de opinión. Algunos se han rebelado, otros se han resignado, y otros se han beneficiado. Éstos últimos son los de arriba (y no miro a nadie).

Yo no soy fumadora, y no me afecta mucho porque tampoco soy asidua a los bares. Pero no puedo evitar solidarizarme con los hosteleros y con toda la presión a la que se ven sometidos. Por un lado el dineral que "invirtieron" en reformas. Digo invirtieron, y lo pongo entre comillas, porque el negocio les exigía este gasto si querían sobrevivir a la penúltima ley antitabaco. Se endeudaron y arriesgaron lo que pudieron para adaptarse a esta ley. Era justa. Los fumadores juntos y los no fumadores juntos. Así el consumidor elige con quién quiere estar.

Ahora se prohibe fumar en sitios cerrados. A favor el Estado tiene opciones para elegir:
- Multas desorbitadas a los que incumplan la ley.
- Permisos para que los bares que no tengan, abran terrazas.
- Multas a los fumadores que tiran los cigarros al suelo antes de entrar a una cafetería, entre otras cosas porque no existen ceniceros callejeros y tampoco pueden entrar a la cafetería con el cigarro encendido. En este caso sí me parece una falta de respeto hacia la urbanización ensuciar el suelo, pero tan grave es tirar una colilla como tirar un chicle o un kleenex. Y, ojo, no es más grave como un tirón de bolso o una paliza callejera.

Entre otras cosas me planteo si les son rentables los malos humos. La pregunta del millón es ¿Porqué no prohiben o encarecen la venta del tabaco y así sólo los fumadores son responsables de su salud y de su bolsillo?

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